Por Darío Mañón
Semana 8 al 14 de Mayor 2017
Las quejas por los constantes cateos sin
aparente justificación que realiza la
Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) en las casas y los apresamientos
a jóvenes sin ningún tipo de autorización legal previa están llegando a
preocupar, pues cada día el escenario mostrado, de manera muy especial, en los
sectores pobres contraviene, con los derechos que tienen esos ciudadanos hacer
respetado.
El
deterioro que experimentan nuestros Barrios por el gran consumo de
estupefacientes demanda de una gran atención por parte de esa organismo que en
los últimos años ha estado muy efectivo, donde de sus agentes se escuchan muy
pocas historias de manera particular de involucramientos en el narcotráfico.
Sin embargo por la falta de una buena
investigación llegan a los Barrios e incursionan irrespetando derechos
constitucionales que tienen cada uno de esos ciudadanos que no se los quita su
pobreza.
En el caso de la práctica de colocarle
droga aquel que por encargo, de forma muy especial política, raya de
intolerable, y además se recibe una muy mala percepción del estado, que con su
incapacidad de debatir las ideas apela a estos odiosos métodos,
El presidente de la Dirección Nacional de
Control de Drogas (DNCD) Edmundo Félix Pimentel, viene de una buena gestión en
la Armadas de República Dominicana y sabemos de su honestidad, por lo que
esperamos que estos métodos se detengan.
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