El
crecimiento vertiginoso que presenta la República Dominicana, demanda el dar
paso al desarrollo, pero tiene que ser con orden y respetando las leyes y
reglas establecidas.
La construcción
de plantas de gas licuado de petróleo (GLP), es tema de conflictos permanente,
empresarios que levantan estaciones de GLP y autoridades que autorizan por
debajo de la mesa sin observar ningún tipo de regla establecida, pendiendo el
elemento fundamente la vida, la gente.