jueves, 12 de diciembre de 2024

Cuidémoslo!



POR ALBERTO QUEZADA

Sin ánimo de chauvinismo, que es esa exaltación desmesurada de lo nacional frente a lo extranjero, he llegado a la conclusión de que la República Dominicana es una de las naciones del mundo occidental más hermosa y acogedora.

Confieso que he viajado por el mundo, por distintos continentes, a decenas de países de América, Europa, Oriente y Medio Oriente; y de verdad que en ninguna de esas latitudes que he visitado he podido encontrar los elementos impresionantes que tenemos aquí en la República Dominicana.

De verdad que no sé si es la gente, la comida, la música, el paisaje, el tumulto, el gracejo, o esa magia tan especial y tropical de habitantes de arriba y de abajo, cada cual con su particular personalidad hacen del entorno un país muy especial.

Con su desigualdad a cuesta y su pesada carga de pobreza, esta media isla se muestra ante todo y todos como un torrente lleno de amor, calor, color y lozanía, capaz de envolvernos a todos por igual, ya sean propios y extraños.  

No importa que la hayan saqueado por los cuatro puntos cardinales nativos y forasteros, tiranos y demócratas, como bien refiere el poeta y publicista, René del Risco Bermúdez, en su bello poema “Oye Patria”, aun así, sigue destilando riqueza y belleza sin parar.

Desde luego, me duele ver como la inconsciencia, la avaricia y la ambición desmedida de algunos, la depreda, la violenta, en sus cimientos más sensibles como la institucionalidad e integridad material y espiritual.

El momento presente es para meditar, alejarnos de la politiquería que tanto daña, y tomar la senda de la protección a ese legado que nos dejaron nuestros Padres de la Patria para vez más hacerla grande y hermosa.

El momento es propicio, en medio de tantas amenazas, envidias y desafíos, para abrazarnos sin reservas en estos tres postulados inspiradores grabados en nuestro Escudo Nacional que rezan: Dios, Patria, Libertad.  Señores, República Dominicana es el país más hermoso de esta tierra, ¡Cuidémoslo!

El autor es periodista y magíster en derecho y relaciones internacionales. Reside en Santo Domingo. quezada.alberto218@gmail.com.

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