En menos de media hora fueron asesinados el primer teniente del Ejército, Domingo Delgado, de 66 años, y el segundo teniente retirado de la Policía, Papio Rodríguez Camarena, de 59 años, por delincuentes que los despojaron de las armas de reglamento que portaban, en hechos ocurridos en el Kilómetro 17 de la Autopista Duarte y Los Alcarrizos, respectivamente.
Pese a que hechos como estos no son nuevos, siempre es chocante, pavoroso e irritante, el que ciudadanos sean asesinados tan fácilmente para ser despojado de su arma de reglamento, mientras se dirigían a su trabajo como cada mañana.
Con ponderaciones similares ambas familias describen a los padres de familias como muy trabajadores, honestos y atentos con sus hijos.
Como están ocurriendo esos hechos y lo frecuente de los mismos, es alarmante, pero asesinar uniformados es como retar a las autoridades, es necesario que sean apresados y sometidos a la justicia lo antes posible.
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