La
iglesia católica vuelve a retomar la línea dura de críticas a los males que abruman
nuestra sociedad y de reclamo al gobierno de Danilo Mena. Desde el viernes Santo pasado, durante el Sermón de
las Siete Palabras, donde lanzaron duras críticas al proceso electoral del país,
así como a la homosexualidad, los feminicidios y el descredito de sistema
justicia, entre otros, sus pronunciamientos había bajado.
Recientemente
la Conferencia del Episcopado Dominicano expuso su preocupación por al menos
diez males que afectan a la sociedad, entre los que citó la violencia social e
intrafamiliar, feminicidios, abusos a menores y tráfico de seres humanos.
Ademes,
las drogas y armas, la corrupción, la impunidad, manipulación de la administración
de la justicia, la equidad en la distribución de los bienes, la carencia de la
solidaridad y todas las demás degradaciones sistemáticas de la vida o en contra
de la dignidad humana.
Ahora
el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santo Domingo, Jesús Castro Marte,
llamó ayer a mantener y defender la soberanía nacional y la dominicanidad.
Durante
una misa con motivo del sexto aniversario del Tribunal Constitucional, el
obispo instó a los magistrados de esa Corte a defender de manera clara la
soberanía, la identidad, y la originalidad del pueblo dominicano.
Nuestra
iglesia está predicando, nuestros gobernantes parecería que tienen oídos sordos,
pero aun así la iglesia sigue tronando.
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