Tengo la percepción de que la gran mayoría de los dominicanos comunes tienen una valoración muy buena de la Industria de Zona Franca.
Desde que conocieron que es una fuente de empleos tan importante, desde aquel momento que permitió que hombres y mujeres de los estratos más humildes tuvieran un puesto de trabajo, como los soñaban de estar en una factoría estadounidense, agregando aquí estos hormigueros de personas en los alrededores, que beneficiaba la encomia informar, chiriperos, prestamistas, colmaderos, etc.
El pobre dominicano al parecer no merece tener algo bueno, pues este sector ha recibido el más bestial bombardeo de sectores internacionales y nuestros, logrando inicialmente arrancarles la confección textil
Junto al cierre de muchas de estas, la incomprensión des sector sindical, con la ley 8-90 sin modificación, y aun así logrando ser el mayor exportador de muchos renglones, cigarros quirúrgicos, interruptores, lana, caco, calzados, medicina, químicos entre otros.
Ahora todos estamos sorprendido y preocupados por el estudio del Banco Mundial que califica como un costo fiscal enorme cada emplea creado en zona franca y la vez propone reformar o eliminar gradualmente las exenciones que se otorga a este sector.
La Respuesta al Banco Mundial, las inversiones del sector exportador y de zonas francas, en la estrategia para impulsar el desarrollo productivo y la creación de nuevos empleos en todo el país
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