El transporte de pasajeros en República Dominicana se a desarrollado de manera informar, de la misma forma que se han desarrollado aceleradamente los cascos urbanos de las principales ciudades del país. Principalmente la Capital y Santiago.
Resulta que dónde hay importantes concentraciones humanas es obvio que requieren de transporte. El transporte le garantiza la llegada a tiempo al trabajo y a las dr mas actividades que realizan las personas.
Resulta que los barrios populares del país (con algunas excepciones) se desarrollaron empujado por la presión económica y migratoria en la zona rural, y en base a ocupaciones ilegales. Por lo que el transporte público de pasajeros a ido respondiendo a la imperiosa necesidad de las personas llegar a su destino.
Por tal razón las rutas se hicieron sin una planificación oficial o empresarial, sino de acuerdo a la necesidad de cada uno llegar a su destino y las unidades de transporte son autofinaciadas.
Desde la bicicleta hasta los grandes autobuses los choferes han hecho las inversiones, las rutas y los sindicatos. Por la necesidad de organizarse y ponerse un orden estatutario para un administrar el servicio que prestan a la población, sin ayuda económica alguna del gobierno ni de esos capitalistas que quieren asaltar ésa actividad con un cambio del concepto servicio por el concepto negocio.
Claro, con el apoyo del gobierno en base a una ley que se hicieron los grandes empresarios, para montarse en el sacrificio de cientos de miles de hombres y mujeres que han hecho del transporte de pasajeros su profesión habitual.
Esos ciudadanos Dominicanos que vendieron o hipotecaron su tierra, su casa, usaron su liquidación, fueron al banco, a la financiera, o la familia hizo un sacrificio para montarse en una unidad, crear empleos, quitar presión al gobierno y criar y educar su familia, merecen respeto del gobierno y de los grandes empresarios que quieren adueñarse ahora de éste importante renglón de la canasta familiar, enviando a los verdaderos actores del sector transporte al ejército de los desempleados.
Creo por mí parte que las autoridades competentes están en la obligación y el deber de proteger a ése conglomerado humano de servidores públicos sin sueldo y sin apoyo que a hecho posible que el país exhiba el crecimiento económico mayor y más estable de América Latina en los últimos 30 años.
De manera que los dueños de unidades y choferes están obligados por las circunstancias a defender su espacio cueste lo que cueste. Sin importar que tengan que enfrentar a algunos magnates del sector convertidos en grandes empresarios en base a cuñas políticas y asociaciones capitalistas monopólicas
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