martes, 19 de agosto de 2025

El fotógrafo: testigo y guardián de la memoria


Por Andrés Monción

En cada escenario, el fotógrafo no solo registra imágenes: se convierte en un testigo privilegiado, de la distinta escena que participan allí, porque tiene la oportunidad de convertir lo que es fugas en memoria y digo esto porque es el responsable de capturar cada instante de lo que aconteces en ese momento.

En los escenarios de la vida, en fotógrafo no es un simple testigo. Es, más bien, un viajero que se traslada a la escena, de alguien que se atreve a entrar en ella y dejar que fluyan las imágenes impactantes que la realidad ofreces a cada instante. Su labor va más allá, del disparó de una toma fotografía es un acto de sensibilidad de intuición y de conexión de aquello que muchas veces pasa desapercibido.    

En cada actividad social, en cada echo la cámara no es solo una herramienta técnica: es una extensión de la mirada. El fotógrafo, al trasladarse a la escena se adentra en ella para capturar lo que otros ojos dejarían pasar. Su labor va más allá de un clic; que es interpretar, narrar y preservar.

La fotografía tanto en la prensa como en la vida cotidiana, en más que un registro visual: es un arte que conecta con la imaginación y refleja el pulsa de la sociedad. Atreves de la luz, el fotógrafo dibujar realidades que nos hablan de lo evidente, pero también de cosas oculta a cada instante que solo el profesional del lente puede conseguir.

No es casual que a la fotografía se le llame arte. Un arte que, en el ámbito social o en el periodístico, conecta la realidad con la imaginación y se convierte en un espejo del alma la cámara es un instrumento, pero el verdadero valor estas en la mirada en la capacidad de traducir lo cotidiano en testimonio, y lo inmediato en memoria.

Aunque el daguerrotipo marco el inicio oficial de este oficio, las escenas de las imágenes son mucho más antigua. Desde la pintura rupestre el ser humano ha buscado inmortalizar lo vivido hoy esa misión cae en el fotógrafo: el cual lo considero como la espina dorsal del séptimo artes pues tienes que encargarse de construir memorias, dejar constancias, resistir al olvidó, pues de su capacidad depende un aporte para contar a la sociedad.

El fotógrafo, en definitiva, no solo documenta. Es el guardián de las historias, constructor de recuerdos y narrador silencio de la realidad. Sus imágenes no solo informan también nos recuerdan quienes somos y nos invitan a no olvidar, los hechos acontecidos del comportamiento humano.

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