Oremos en esta Semana Mayor para que logremos crucificar los sentimientos que nos empobrecen y resucite en cada uno de nuestros corazones el Señor Jesucristo. Utilicemos este tiempo de paz para consolidar los valores familiares.
Finalmente, debemos compartir en este largo asueto junto a nuestros seres queridos, con prudencia y comedimiento, para renovarnos espiritualmente, recargarnos de nuevas energías y fortalecer nuestros propósitos de vida
No hay comentarios:
Publicar un comentario